viernes, octubre 17, 2008

no.11 tsing-sing




alineación
(celda a celda)

push/ agnieska hernández el llanto ajeno

rolando sánchez mejías addenda. vacas y ratones / olvidar Orígenes


lorenzo garcía vega me he acostumbrado a ser un apátrida / baladas de un bag boy


carlos a. aguilera “el oficio de perder”, un monólogo perverso


microficciones
joel brouwer / ror wolf / sabrina orah mark


albert camus el terrorismo de Estado y el terror racional


ernesto santana estampas


william gibson en vivo / país de fantasmas


george saunders robles de mar

daniel durand de El Estado y él se amaron


dossier PAIDEIA
rafael rojas memorias de paideia

ernesto hernández busto paideia: fotos fijas
radamés molina Naranja Dulce y el resto del mundo


sandra vigil bailarina / señor juez


luis felipe ruano la rueda


3 escritores
el chico malo de Saint-Germain / noboru endo / adriana normand nunca estuvo aquí


livio conesa de cabroná en el pasillo
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equipo de redacción 33 y 1 tercio

fotografía y diseño de portada raúl flores iriarte

cover girls eVMA & dK

fotografía de interior alina sardiñas / demis menéndez / helmut newton / rainer martínez

traducción de william gibson, joel brouwer, sabrina orah mark: raúl flores iriarte / traducción de ror wolf: rogelio saunders y susanne lange

olvidar Orígenes de rolando sánchez mejías tomado de diáspora(s) documento 1

baladas de un bag boy de lorenzo garcía vega tomado de diáspora(s) d. 2

push/





push/



Partir la isla al medio. Inventarse un Antes y, por supuesto, recrear un posible Después. Sólo que, para la idea, ese concepto del Después no queda muy claro. Mejor borrar el Antes, y quedarnos con el Después, a ver que pasa.
Borrar el Antes no significa borrar los antecedentes, sino que significa la eliminación de ese culto al pasado, a cierto pasado construido por decantación y exégesis de hechos que se supone esenciales, un pasado pesado que se pule y enaltece o reprueba y olvida, como en un Ministerio de la Verdad cuyos alambiques destilan esa pócima alucinante, esa acumulación hegeliana que tanto se maneja en esta islita tropical. Una suerte de determinismo histórico transplantado al campo literario, una supuesta tradición de cuatro o cinco siglos. Honrarás a tu padre y a tu madre no quiere decir que los hijos dejen de tener sus propios derechos.
No es el juego en sí, sino quién dicta las reglas.
No es la buena o mala literatura en sí, sino quién decide dónde están los límites entre bueno y malo.
El quorum compuesto por unos pocos, que deciden qué ejemplos seguir y cuáles obviar.
Ignorar a un rara avis como Virgilio Piñera, podría ponerse como ejemplo.
O Reinaldo Arenas.
O Guillermo Cabrera Infante.
Y Carlos Victoria.
Y Lorenzo García Vega.
Y Juan Abreu.
O Rolando Sánchez Mejías.
Etcétera.
Etcétera.
Etcétera.


“…la propia literatura, la que se ha configurado desde los años 60 hasta la fecha, no ha podido escapar del proyecto demencial de Nación, y de una tradición de lo afirmativo donde todo lo que pueda concebirse como crítica o caricatura ¿para no hablar ya de conceptos? es, cuando menos, no tomado en cuenta” .


Ignorar momentáneamente el Antes porque su existencia resulta una ficción recreada por otros intereses, una (re)construcción de un pasado lleno de parches que no fue tan de esa manera: pésima poética del parching.
Destruir para volver a construir sobre un terreno nivelado (tabula rasa).
Intentar relecturas de los antecedentes sin intermisiones políticas, o institucionales.
O al menos sabiendo.
Para ver como podría venir el futuro.
Si viene: castillo (en el aire) de If.
¿Yo te convido a creerme cuando digo futuro?
No sé.


La prisión acaba, la prisión de hierro / pero continúa la prisión del sueño, del sueño .


El hedor de un caballo muerto también es un testimonio de la primavera .

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Intentar la pirueta, el salto mortal con riesgo de quebrarnos las espaldas o, peor, con el riesgo de que el salto nos quede bien y venga alguien después a reñirnos.
O peor, a quebrarnos a palos las espaldas.

Transgredir y, mediante este acto, inventarse una nueva literatura, una nueva realidad con sus tradiciones e historias, otra patria (yo otra patria espero, la de mi locura). Una que deje de responder a intereses mayores, que tenga otras pretensiones. Una suerte de literatura menor opuesta a este bloque monolítico que a veces logra asfixiarnos y que responde al nombre de LiTERRATUrA NAsIO?AL. Esta última funcionando muchas veces como remedo de lo que debería ser, yéndose a ese mismo pasado que funciona como falsa recreación. (La idea de una seudo-literatura-nacional no andaría muy lejos).
Una literatura en contra, aunque no a la contra, y viceversa.
No choque frontal, sino golpe tangencial.
Línea de fuga.
Variante.

Estepas a la vista.
Tundras llenas del concepto de fruta tropical que promociona (a veces) la literatura cubana. Pero ¿dónde se halla ésta? “Vivimos entre ficciones. Lo cual, en el fondo, deslegitima la ficción. Pero no elimina la escritura. Ella se vuelve, si cabe, aún más profunda. O mejor dicho: deja de tener superficie. Ella es todo lo que no se ve. ¿Existe la literatura cubana?”

“¿Cómo a la Cruz, hemos de volver a Neruda con las rodillas sangrantes, los pulmones agujereados, los ojos llenos de lágrimas? Cuando nuestros nombres ya nada signifiquen, su nombre seguirá brillando, seguirá planeando sobre una literatura imaginaria llamada literatura chilena. Todos los poetas, entonces, vivirán en comunas artísticas llamadas cárceles o manicomios. Nuestra casa imaginaria, nuestra casa común.”

Sing-Sing para ti.
Sing-Sing para mí.
Canta / que alguien sepa que estallas: que alguien sepa que todos estamos estallando siempre.
Nuestra cárcel imaginaria que nos hace cantar felices.
Nuestra cárcel común.
¿Porque tenemos el corazón feliz, feliz, feliz?
Ave, Fénix: los que van a ex-cribir te saludan...
Nuestra literatura plagada de moscas tsé-tsé.
Fiebre del sueño (de una noche de verano) para ti.
Y para mí.
(¿Nos convierte eso en mosquitas muertas?)
Dream sweet dreams for you, dream sweet dreams for me .
…seguimos cantando… porno-para-ricardiacamente…
Sospecho que toda la gente conspira
para hacerme feliz
para hacerme feliz
para hacerme feliz...

no.10 eXtras




set up (paperback writing)


rafa saavedra ……….. just come back
bret easton ellis …………. Bruce llama desde Mullholland
rocío silva santisteban …………. la novela joven : una propuesta
chuck palahniuk ………….. monstruos invisibles
legna rodríguez iglesias …………….. de chupar la piedra
raúl flores iriarte ……………… de revólver
gilles deleuze .................. balbuceó
ahmel echevarría ................ día de entrenamiento
orlando luis pardo …………….. edición para radio
césar aira ……………….. nuevas impresiones de Petit Maroc
stephen king …………….. es algo que llega a gustarte / esa sensación que sólo puede expresarse en francés
demis menéndez ……………… arquitectura urbana
roberto bolaño …………….. escrituras
leymen pérez ……………. 3 poemas
eloy fernández porta ………….. la naturaleza : sus métodos, sus cosas
rubén rodríguez …………….. las flores rojas abren el cuarto chakra
come together: breve antología de poesía norteamericana
bonus track: rodrigo fresán ……….. Mr. Jones o el encontrador de tesoros



equipo de redacción ……………… 33 y 1/tercio
los textos que aparecen en la revista son propiedad de autores o fuentes citadas (cualquier reproducción indicar fuente.)


fotografía de portada ………………… lia villares


la publicación no se hace responsable de las opiniones expresadas por los autores.


diseño de portada ………….. raúl flores iriarte & kmilo valdés fortes


los autores no nos hacemos responsables de las opiniones de la publicación. los responsables de los autores no expresarán opiniones en público. las opiniones que usted se haga no son responsabilidad de los autores y menos si las expresa públicamente.

Samuel Beckett Molloy




¿Había uno siquiera capaz de ponerse en mi lugar, de sentir hasta qué punto, en aquel momento, yo era distinto de lo que parecía, y que poder había en mí, que amarras tensas a punto de estallar? Es posible que lo hubiera. Sí, yo me orienté hacia esa falsa profundidad, hacia las falsas apariencias de paz y gravedad, me precipité en ellas con todos mis antiguos venenos, sabiendo que no arriesgaba nada. Bajo el cielo azul, ante la mirada de mi guardián. Olvidándome de mi madre, liberado de la acción, fundido en la hora ajena, diciéndome pausa, pausa. Llegados a la comisaría, se me introdujo a presencia de un funcionario sorprendente. Vestido de paisano, en mangas de camisa, estaba hundido en un sillón, con los pies sobre la mesa del despacho, tocado con un sombrero de paja y pendiente de sus labios un objeto delgado y flexible que no llegué a identificar. Antes de que me largara tuve tiempo de constatar todos estos detalles. Escuchó el informe de su subordinado, a continuación pasó a interrogarme en un tono que, desde el punto de vista de la urbanidad, dejaba a mi juicio cada vez más que desear. Entre sus preguntas y mis respuestas (cuando valía la pena tomar aquellas en consideración) mediaban intervalos más o menos largos y sonoros. Estoy tan acostumbrado a que no me pregunten nada que cuando me preguntan algo tardo un buen rato en comprender que me preguntan. Y cometo la equivocación de que, en vez de reflexionar tranquilamente sobre lo que acabo de oír, y que he oído perfectamente, porque soy bastante fino de oído, pese a mi ancianidad, me apresuro a responder cualquier cosa, probablemente por temor a que mi silencio haga estallar la ira de mi interlocutor. Soy muy miedoso, toda mi vida he tenido miedo a que me peguen. Soporto fácilmente insultos e invectivas, pero a los golpes no he podido acostumbrarme nunca. Es curioso. Hasta los escupitajos me molestan. Pero si se me trata con un poco de dulzura, quiero decir, si se deja de tratarme a patadas, suelo dejar finalmente satisfecho a mi interlocutor. Pero el comisario se contentaba con amenazarme con una regla cilíndrica, de modo que tuvo la ventaja de irse enterando de que yo no tenía papeles en el sentido que él daba a este término, ni ocupación, ni domicilio, que por el momento se le escapaba mi apellido y que yo me dirigía a casa de mi madre, a cuyas expensas yo agonizaba. por lo que respecta a las señas de la susodicha, las ignoraba, pero sabía encontrar perfectamente la casa, incluso a oscuras. ¿El barrio? El de los mataderos, alteza, pues desde el cuarto de mi madre, a través de las ventanas cerradas, por encima de su cháchara, yo había oído rugir a los bovinos, este mugido violento, trémulo y ronco que no proviene de los pastos, sino de las ciudades, de los mataderos y mercados de animales.
Samuel Beckett
Molloy

mas o menos




en anticipación de un live DVD de pronta salida, hacemos primero público el capítulo de los extras.

también vemos este LP como el capítulo de los extras para una próxima recopilación de nuestras Obras Completas en edición, una vez más, de DVD.

en extras, revisited esperar materiales de:
lizabel mónica / ernesto santana / jorge enrique lage / daniel díaz mantilla / elena v. molina / livio conesa / michel encinosa / yordanka almaguer / philip k. dick / david sedaris / oscar cruz / woody allen / elvira rodríguez puerto / luis eligio pérez / ricardo alberto pérez / rodrigo fresán /

más o menos

No. 9 300 dólares




14 dólares (con 35 centavos)


juan mayorga cartas de amor a Stalin

gilles deleuze la literatura y la vida

robert menasse juventud eterna

leandro eduardo campa little havana memorial park

yukio mishima el muchacho que escribía poesía

jeff noon como hacer una novela moderna

alberto garrandés gris de borrasca

legna rodríguez iglesias exverano & soma happy

alberto fuguet ¿cuál fue el último gran libro que viste?

aldo nove de superwoobinda

álvaro bisama literatura clase z

tim burton poemas

winston zimmermann madame Bovary

rubén rodríguez cardamomo / summertime

yunier riquenes distorsiones

jueves, octubre 16, 2008




equipo redacción 33 y 1/tercio

diseño de portada kmilo valdés fortes

fotografías de portada e interiores leandro f. bonachea

cover girls evma/alexa

body art ayler gonzález



los comebarato Thomas Bernhard





Quien no empleaba desde muy temprano una gran parte de su energía en resistirse contra la locura de la masa caía irremediablemente en manos del embrutecimiento, según él. Pero, al mismo tiempo, siempre había que buscar un acomodo con la historia como masa, igual que con la actualidad como masa, para poder sobrevivir, lo que solo los menos consiguen.

los comebarato
Thomas Bernhard

la política y el lenguaje inglés George Orwell


En ciertos escritos, en particular los de crítica de arte y de crítica literaria, es normal encontrar largos pasajes que carecen casi totalmente de significado. Palabras como romántico, plástico, valores, humano, muerto, sentimental, natural, vitalidad, tal como se usan en crítica de arte, son estrictamente un sinsentido, por cuanto no sólo no señalan un objeto que se pueda descubrir, sino que ni siquiera se espera que el lector lo descubra. Cuando un crítico escribe "El rasgo sobresaliente de la obra del señor x es su cualidad vital", mientras que otro escribe "Lo que atrae de inmediato la atención en la obra del señor x es su tono mortecino peculiar", el lector acepta esto como una simple diferencia de opinión. Si se emplearan palabras como "negro" y "blanco", en vez de los términos de jerga "vida" y "muerte", se vería en seguida que el lenguaje se está usando de manera impropia. Se abusa asimismo de muchos términos políticos. El término fascismo hoy no tiene ningún significado excepto en cuanto significa "algo no deseable". Las palabras democracia, socialismo, libertad, patriótico, realista, justicia tienen varios significados diferentes que no se pueden reconciliar entre sí. En el caso de una palabra como democracia, no sólo no hay una definición aceptada sino que el esfuerzo por encontrarle una choca con la oposición de todos los bandos. Se piensa casi universalmente que cuando llamamos democrático a un país lo estamos elogiando; por ello, los defensores de cualquier tipo de régimen pretenden que es una democracia, y temen que tengan que dejar de usar esa palabra si se le da un significado. A menudo se emplean palabras de este tipo en forma deliberadamente deshonesta. Es decir, la persona que las usa tiene su propia definición privada, pero permite que su oyente piense que quiere decir algo bastante diferente. Declaraciones como "El mariscal Petain era un verdadero patriota", "La prensa soviética es la más libre del mundo", "La Iglesia católica se opone a la persecución" casi siempre tienen la intención de engañar. Otras palabras que se emplean con significados variables, en la mayoría de los casos con mayor o menor deshonestidad son: clase, totalitario, ciencia, progresista, reaccionario, burgués, igualdad.

la política y el lenguaje inglés
George Orwell